Súper amables, el guía Raúl, Yirmi el conductor del vehículo (muy cómodo por cierto), Javert, el experto en el sembradío cafetalero, Alberto el catador y Marisa, la dueña de la Hacienda de Pacho.
Las plantas de café a la sombra de las higueras y, en la parcela experimental, conviviendo con plátanos y naranjos.
El lujo del refrigerio: café con naranjas y frutas frescas, en la misma parcela donde se cosecha, y el guaje con aguardiente y azahares…
Y la historia viva en la Hacienda de Pacho, con Marisa su dueña, excelente anfitriona.
Maravillosa experiencia!