Orizaba, pueblo mágico escondido entre montañas, ciudad custodiada por el Pico de Orizaba y el Cerro del Borrego; cuna de cultura cubierta por un manto de estrellas en donde el viento es frío, las tardes nubladas, y el olor a memelas y café viaja en el aire. Orizaba, un lugar que sin duda debes de conocer.
La ciudad de las aguas alegres está a tres horas de Veracruz. Está situada en la zona centro montañosa del Estado, sobre el valle del Pico de Orizaba. El pueblo de dulces olores, bellos paisajes y vibrantes colores no siempre tuvo este nombre, pues Orizaba deriva de la palabra náhuatl Ahuaializapan, vocablo compuesto por el sustantivo Ahuializtli, que significa alegría, y la preposición Apan que significa “en o sobre el agua”, por lo que la traducción literal sería “Alegría en o sobre el agua”. Y, con el tiempo, Ahuaializapan cambio a Aulizaba para llegar a la palabra Orizaba. Orizaba ha sido testigo de numerosos cambios, así como acontecimientos que le han dado a la ciudad una riqueza histórica como ninguna otra.
Paseo del Río y Reserva Animal: A lo largo de la ribera, acompañada del sonido tranquilizante del río y de árboles tan altos que parecen tocar el cielo, se encuentra una reserva de animales así como unos murales que, debido a su variedad, creatividad, temas y sentimiento que emiten, te quitan el aliento, La reserva es única en su tipo pues ha permitido la reproducción en cautiverio de especies en peligro de extinción. Se encuentra a ambos lados del río a partir del teleférico; pero no te preocupes, hay varios puentes que las conectan para que puedas acceder a todas las especies. ¡Atrévete a recorrer sus 5 kilómetros!
Por otro lado, en dirección opuesta, a unos cuantos minutos del teleférico, hay murales de todo tipo. Son hechos por artistas callejeros por lo que no hay una temática específica, ¡sólo hay creatividad y colores!
Orizaba es una ciudad multifacética, es un pueblo lleno de misterios, callejones, leyendas, iglesias y parques, por lo que es un destino turístico ideal para todo público;es un lugar en donde hasta el más temerario de los viajeros puede que encuentre algo que le interese.